La Vanguardia REDACCIÓN 23/01/2016 21:00
No es para asustar a nadie pero, sin salir de nuestra casa y nuestro jardín, podemos estar conviviendo cada día con 500 especies diferentes deartrópodos (insectos, arañas y similares). La diversidad varía mucho dependiendo del tipo de vivienda y país de residencia, es evidente, pero en general se puede concluir que los humanos -incluso en una gran ciudad- compartimos nuestra vida cotidiana con muchísimos más bichos de los que pensábamos.
Un equipo de expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte(Estados Unidos), la Academia de Ciencias de California y el Museo de Carolina del Norte de Ciencias Naturales ha tenido la paciencia de analizar a fondo la biodiversidad de artrópodos en medio centenar de viviendas y presenta los resultados de su estudio en un artículo que publica la revista especialiazada PeerJ .
Los artrópodos son animales invertebrados con exoesqueletos, cuerpos segmentados y extremidades articuladas que -salvo honrosas excepciones, como las mariquitas- no tienen demasiadas simpatías entre los humanos urbanitas.
Primer inventario exhaustivo
Matt Bertone, entomólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor principal del artículo, explica que “nadie hasta ahora había hecho un inventario exhaustivo como éste en Estados Unidos, y el resultado es que en nuestras casas acogemos mucha más biodiversidad de lo que la mayoría de la gente podía esperar”.
En concreto, el estudio describe un total de 579 especies diferentes de artrópodos, de 304 familias diferentes. Como promedio, no obstante, cada una de las casas estudiadas daba cobijo sólo a un centenar de especies. La casa estudiada que tenía más ‘bichos’ sumaba 211 especies diferentes mientras que la menos habitada por artrópodos tenia 32 especies diferentes, según detalla el estudio. Sólo cinco de las habitaciones estudiadas en las 50 viviendas analizadas estaban completamente libres de artrópodos, indican los investigadores.
Los grupos recogido más comunes de artrópodos en las casas eran moscas, arañas, escarabajos, hormigas y psocópteros (un grupo de insectos con más de 3.000 especies en todo el mundo, algunas de las cuales son conocidas también como los piojos de los libros). Entre las curiosidades de este estudio, en el que se han incluido viviendas urbanas y suburbanas de entre 3 y 90 años de antigüedad, destaca el hecho de que en el 65% de las habitaciones de las viviendas estudiadas fueron descubiertas telarañas, y sólo en una de las casas estudiadas no se encontraron piojos de los libros.
Residentes o visitantes pasajeros
En lo que puede parecer un intento de tranquilizar a la población, Matt Bertone, ha explicado que, “si bien hemos recogido una notable diversidad de estas criaturas, no queremos que la gente tenga la impresión de que todas estas especies viven permanentemente en sus hogares”. “Muchos de los artrópodos que hemos encontrado han llegado a la casa de forma accidental o esporádica, por ejemplo cuando nos regalan un ramo de flores”, indica este especialista.
A parte de las molestias que causan algunos insectos picadores -el estudio no detalla si el mosquito tigre también ha invadido Carolina del Norte-, los autores afirman que se han localizado muy pocas especies que pueden considerarse una plaga en el interior de las viviendas. En este sentido, el profesor Bertone explica también que estudios como el que se presenta ahora pueden ayudar a entender mejor el papel de los artrópodos en el particular ecosistema que se crea en nuestras viviendas, y comprobar que algunos de estos animales también aportan beneficios para el mantenimiento del medio ambiente y la calidad de vida de las personas.